• 3 de abril de 2024 6:22 PM

Dúo Tantomán: mantener la línea de siempre

El dúo Tantomán, integrado por Claudio Rinaldi y Enrique Castiglioni,  va camino a los 30 años de carrera y acaba de presentar nuevo disco.

Este nuevo trabajo lleva como nombre “Canciones que cuentan” y se propusieron cantarle “a nuestros paisajes, a nuestros hombres y mujeres, sus esperanzas y sus problemas”.

Van camino a los 30 años de carrera, ¿qué balance hacen?

Lo primero es que, inicialmente, nunca hubiéramos pensado que “duraríamos” tantos años. No porque no confiáramos en nuestra propuesta o en la forma en como estábamos encarando el camino, si no por el hecho de haber apostado desde el comienzo a tocar canciones propias. Así, la primera respuesta que teníamos que encontrar era si le gustábamos a la gente. Y la segunda, que pudiéramos mantener en el tiempo un cierto número y nivel de las composiciones. Por suerte logramos una buena respuesta de una porción de público, que aunque no sea masivo nos gusta decir que son como “rehenes”, pues sentimos que nos siguen muy fielmente. Esa es la forma que nos gusta y sentimos y no nos hubiéramos sentido cómodos de haber elegido otro camino. La segunda cosa que podemos destacar como positiva es haber apostado, de un modo bastante testarudo, a grabar siempre que tuviéramos nuevo material (y la plata para hacerlo…). A lo largo de este tiempo, por varios y diferentes motivos, no hemos tocado en vivo todo lo que hubiéramos querido, así que estos años de permanencia en mucho se deben a la difusión de los medios y al hecho de haber ido logrando los discos para darles el material a los comunicadores. No nos cansamos de agradecer públicamente a todos ellos -casi hasta con insistencia- porque entendemos que son co-protagonistas de que sigamos sonando, por decirlo de alguna manera.

¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?

En nuestro caso no ha variado mucho de los procesos de los discos anteriores. Además, sentimos que hay una cierta continuidad con los trabajos anteriores. Tanto en sonido como en propuestas, textos y, porqué no, compromiso. Si comparamos con las primeras grabaciones, la gran ventaja actual es que las técnicas de grabación y las posibilidades digitales facilitan mucho la participación de músicos de diferentes lugares, hasta de fuera del país. En comparación con los discos más recientes, en los que la tecnología ya estaba disponible, la dificultad mayor estuvo en cumplir ciertos protocolos sanitarios en los momentos de ir al estudio. Pero la dinámica ha sido muy parecida, con uno de nosotros (Claudio) buscando encontrar y destinar tiempos para ir haciendo las bases de la instrumentación, para luego incorporar las voces. Para las voces siempre nos juntamos porque queremos que las intenciones que se le dan a las canciones sean lo más parecidas a lo que después podemos hacer los dos en las presentaciones en vivo. Después, la incorporación de los instrumentos que de común acuerdo creemos que cada canción precisa o merece y finalmente el trabajo de correcciones y mezcla final. Estamos muy contentos con el resultado obtenido en este disco; tanto en la variedad de estilos y temáticas, como en el aporte muy trabajado de arreglos instrumentales que quedaron espectaculares y un trabajo de masterización de suprema calidad a cargo de Javier Longhi, del estudio INZEN.

¿Qué cosas quisieron plasmar en este trabajo?

Ni más ni menos que mantener la línea de lo que siempre hicimos: tratar de hacer un aporte al cancionero, con composiciones que hablan de lugares, de personajes, de historias, con los que la gente se pueda identificar de alguna manera y hacerlas suyas. Apropiarse de ellas. Teníamos algunas historias que reflejan mucho de lo que vivimos desde nuestra juventud hasta otras que adquirieron importancia en estos últimos dos años. Por estar viviendo en diferentes lugares, hemos tenido que ser creativos en buscar lugares apropiados para ensayar y trabajar los temas, haciendo que esas ocasiones se pudieran disfrutar, más que representar un compromiso o esfuerzo adicional. Por eso es que optamos por el título de “Canciones que cuentan”. Puede que no sea muy original desde que, de hecho, todas las canciones cuentan algo, pero estas particularmente son cuenteras de cosas muy sentidas por nosotros. Y, además, cuentan por el doble sentido de sumar, en momentos en que entendemos que la gente necesita algo de alivio a sus males y apoyo para el alma.

¿Cómo ven la música popular actualmente?

Francamente, no nos gusta el momento actual de la música popular. A la falta crónica de un apoyo más tangible, se ha unido la fuerte preferencia por la música “festivalera”, por llamarla de alguna manera. Las grandes y poderosas bandas han florecido fuertemente en los festivales, acoplándose a una especie de moda que se fue imponiendo por presentaciones de estas características. Más de una vez nos hemos sorprendido escuchando un mismo tema versionado por dos o tres bandas o artistas diferentes en la misma noche. Nos parece que falta mayor espacio para aquellos artistas que, como nosotros, sienten la necesidad de que también se escuche e incorpore lo que se está diciendo o “contando” con una canción, más allá del merecido espacio para aquellos que apuestan más a la fuerza arrolladora de la interpretación. Hemos conversado con muchos de los amigos que hemos cosechado en este recorrido y comprobado gratamente que con muchos de ellos coincidimos en esta visión. Como dijimos, por el hecho de no deber nada a los dueños o gestores de la música y tampoco depender exclusivamente de la misma para vivir, no tenemos por qué hacer gárgaras para marcar esta nuestra opinión de la realidad.

 (*) Publicado en el semanario Voces