• 21 de noviembre de 2024 8:22 AM

Entrevista al equipo de «Historia de otoño»

“Utilizamos de la realidad lo que ella nos brinda”

En febrero pudimos ver en salas Historias de verano, la primera parte de un conjunto de cintas ideadas por Gabriela Guillermo e Irina Raffo inspiradas por la saga de las cuatro estaciones del cineasta francés Éric Rohmer.

Por Martín Imer

Si el comienzo retrataba, con esforzado intimismo, el despertar sentimental de un grupo de jóvenes en un balneario veraniego, con el juego amoroso y las torpezas habituales, esta continuación, Historia de otoño, mantiene la intimidad pero se enfoca en elementos radicalmente distintos: las protagonistas son adultas, comparten sus recuerdos y tejen una historia de amor desde la madurez, encontrándose en un departamento que lentamente se va despidiendo de cosas y momentos debido a la mudanza de una de ellas, y rodeadas por un Montevideo gris que anuncia lentamente la llegada del invierno. A pesar de la estación, es válido apuntar que estamos ante una película que emana calidez y humanidad, enfocando su mirada hacia una historia mínima y auténtica en donde el amor llega para mitigar la profunda soledad. Con motivo del estreno en salas de la película, pudimos hablar con el equipo detrás de ella: sus directoras, Gabriela Guillermo e Irina Raffo, y sus actrices, Jeannette Sauksteliskis y María Pía López.

En Historias de Verano llegaron a las historias por medio de las anécdotas de los jóvenes protagonistas. ¿Cómo llega esta historia a ustedes?

GG: Tenemos una premisa que es Todas las Historias son historias de amor. Utilizamos de la realidad lo que ella nos brinda: en este caso es el otoño en el Jardín Botánico, una amiga (Jeannette, la protagonista) que se muda, otra amiga que quiere mucho actuar y trabajó como fletera realmente (María Pía). Ambas tienen los colores del otoño en sus pieles, sus cabellos, sus ojos… Un libro que nos inspira… y así va surgiendo el guion, en la intersección entre lo real y lo prefabricado, apenas esbozado por nosotras.

En el material de prensa que acompaña al estreno hay una frase que me quedó en la mente: “Decidimos filmar lo real, utilizando la ficción como medio” ¿Podrían ampliar esa idea?

GG : Es una frase que citamos del maestro André S. Labarthe, “utilizar la ficción como medio y no como fin”, con el objetivo de “dejar ver” o intentar “dejar ver” lo real, la verdad de los seres y las cosas tal como son. Una mudanza, el sentimiento que ella genera, las hojas que caen y desnudan los árboles, los objetos que despojan una casa… La ficción: construir un vínculo afectivo entre estas dos mujeres.

Teniendo en cuenta ese proceso creativo, ¿tiene más importancia el guion o la improvisación?

GG: Mucho más lo que surge, el acontecimiento, el milagro… siempre. Es que para nosotras no tiene sentido registrar un mundo prefabricado por el/la artista, seguimos la premisa de Rohmer, nuestro maestro inspirador de las historias de estaciones, y nuestra intención es ser lo más respetuosas de la realidad posible, dejar ver el mundo, las cosas y los seres tal cual son.

Hay un paralelismo psicocósmico, muy literario, que rodea todo el apartado visual de la cinta. ¿Cómo fue esa búsqueda para lograr una imagen que verdaderamente refleje lo otoñal? ¿Ayudó el ser filmada en Montevideo, a diferencia de Playa Verde?

IR: El otoño en Montevideo es particularmente nostálgico. La ciudad tiene en sí misma algo otoñal, es decir, una impronta de mudanza, de algo que se pierde, de un esplendor que ya es pasado. El jardín botánico particularmente es un espacio donde los cambios de estación se registran de forma más evidente y pueden reflejar de forma más directa los cambios emocionales y afectivos de las personas. La naturaleza tiene la capacidad de espejar los sentimientos. El paisaje es una construcción emocional. Como destaca Cheng en su libro de las 5 meditaciones sobre la belleza, en la pintura oriental, la figura humana está en diálogo con el paisaje, se establece una conversación. En nuestra historia de otoño buscamos establecer un lugar para ese encuentro, ofrecer un espacio de diálogo entre el paisaje y las protagonistas de la película.

Siguiendo con la literatura, durante el metraje aparece el libro “Cinco meditaciones sobre la belleza”. ¿Qué rol jugó en la creación de la cinta?

GG: Son cinco meditaciones de François Cheng que guían los cinco encuentros:

1 – Mientras el hombre se convierte en el interior del paisaje, éste se convierte en el paisaje interior del hombre.

2 – Cada experiencia de belleza, tan breve en el tiempo y sin embargo transcendiéndolo, nos restituye cada vez la frescura del albor del mundo.

3 – En el amor, como en la belleza, toda verdadera mirada es una mirada cruzada.

4 – En la consciencia en cuestión, confundidas la nostalgia y la esperanza, cada experiencia de belleza recuerda un paraíso perdido y llama un paraíso prometido.

5 – La unicidad de los seres, al transformar los seres en presencia, posibilita la belleza.

Un enorme plus con el que se logra el realismo en la película es la química entre las dos actrices. ¿Se conocían ya? ¿Cómo fue para ellas el enfrentarse a la producción de un largometraje?

Jeanne S.: Con María Pía tenemos muchas cosas en común. Para empezar, ambas nacimos en Montevideo y pertenecemos a una misma generación. En mi caso, hace 50 años que vivo en esta ciudad por lo que es natural haber llegado a dar con las personas que hacen y sienten de manera afín, gente que le gusta la música, gente que le tocó atravesar la década del 80 en Montevideo, gente que maneja rápido y seguro. Conocerse de otros ámbitos poco tiene que ver con el hecho de quedar, de repente, solas y juntxs ante la cámara creando y desarrollando un vínculo nuevo que finalmente resulta entrañable. Creo que es el resultado de haber abordado el trabajo con mucho cariño, respeto y con una enorme generosidad. Enfrentar la producción del largometraje tuvo sus exigencias. Las películas y la vida misma suelen ser exigentes. En lo personal la mayor exigencia estuvo vinculada al plano afectivo. Creo que cualquiera de las personas involucradas en este proyecto estamos familiarizadas con lidiar con exigencias y dificultades y también con saber esperar el momento de concluir y contemplar el trabajo hecho con mucho placer y alegría.

MP: Las secuencias en que conectamos Jeanne y yo… La ciudad. La noche, el día. La música (se activa la memoria en un concierto de Tres Pecados), los amigos en común, los bares, discusiones, risas, alguna que otra confesión… Siempre vi en ella una delicada periodista, capturadora de otras esencias. Se ruboriza ella. Lo que sucede en la película fue absolutamente en tiempo real. Estoy hablando de nosotras en esta vibración tanto en la vida como en el rodaje. Fue intenso el laburo. Yo que soy una persona pulcra, en el sentido de la ducha diaria, etc, entre en un modo de agotamiento y falta de cuidado personal. Raro. Salía de casa atándome el pelo con lo primero que encontraba, mal dormida, arrancaba el auto y en ese plan entraba en la casa de Jeanne. Creo que en el rodaje estábamos todos atravesando un otoño gélido y que no se presentaba fácil. El placer ahora de haberlo hecho. Y la curiosidad que aún es gigante.

Más allá del panorama comercial, últimamente más cambiante que nunca, en esta segunda oportunidad también se apuesta por las salas de cine. ¿Alguna vez consideraron estrenarla en streaming o siempre fue fija la idea del estreno en pantalla grande?

GG: No tiene comparación ver estas películas en la pantalla de CINE. Por eso esperamos a que los cines reabrieran ya que el estreno de Otoño estaba previsto para el 27 de mayo pasado, y suspendimos todo hasta la reapertura de las salas. Por eso estrenamos Otoño en invierno, cuando la intención era presentar cada historia en la estación correspondiente. Con Historia de Otoño no lo logramos debido a  la pandemia. La belleza de las imágenes de estas películas solo se puede apreciar en una pantalla de cine. El sonido también.

En la anterior entrevista que realizamos, comentaron que Historia de primavera, la última de las cuatro cintas, estaba en proceso de escritura. ¿En qué etapa está ahora, y cuándo podremos ver “Historia de invierno”?

GG: Historia de invierno se verá en el invierno 2022 en el marco de una retrospectiva del cineasta francés André S. Labarthe (ASL) que estamos organizando con la Cinemateca Uruguaya y la Embajada de Francia en la región (Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay), ya que Historia de Invierno es una elegía cinematográfica en homenaje al maestro ASL. Historia de Primavera esperamos poder estrenarla en la primavera de 2022. Hemos avanzado en la escritura de guion, nos estamos presentando a fondos y la idea es filmarla esta primavera 2021 en Montevideo y continuar el rodaje en la primavera de 2022 en Venecia.

También en la anterior entrevista hice una pregunta que me gustaría volver a repetir, ya que seguramente las respuestas sean muy distintas: ¿Qué les gustaría que el público se llevase del cine luego de ver el film?

GG: El corazón colmado de destellos.