Perro Andaluz ediciones acaba de publicar una serie de trabajos que, desde distintas plumas y miradas, aborda diferentes fenómenos musicales. Y así lo presenta.
“¿Quién dijo que no había poesía en el rocanrol? Placeres del sado-musiquismo o la tercera es la vencida en la carrera de Tabaré Rivero”. De Marcelo Rodríguez
«Placeres del sado-musiquismo» que consolidó a La Tabaré, es el momento bisagra de la banda, porque era este disco o no ser más. Andrea Davidovics. El efímero reino del cassette iba llegando a su fin en el Uruguay de comienzos de los noventa. Placeres del Sado-musiquismo, tercer opus de La Tabaré, inicialmente editado en ese formato, se erige como uno de los grandes referentes del rock uruguayo de la época y consolida una idea y una banda que necesitaba el reconocimiento a un trabajo constante e inscripto en un momento de incertidumbre del proyecto mismo. Con este libro Marcelo Rodríguez nos sumerge en el paso a paso del arduo trabajo de congeniar músicos y voces, tarea que Tabaré Rivero sabe llevar a buen puerto, no solo en este disco. Su dilatada carrera lo transforma en un ícono de la música popular uruguaya y un excelente director que le permite conseguir el mejor resultado para exponer toda su creatividad y mantener su rebeldía intacta.
Dice Andrea Davidovics en el prólogo: “Toda historia es parcial hasta que se juntan las partes que sostienen los protagonistas de la historia y los testigos de la misma. Marcelo tuvo la valentía, el rigor y la delicadeza y el amor necesarios para hacer el trabajo de investigación y las entrevistas de un momento muy particular de La Tabaré. Mi grata sorpresa es, que además de ser un certero repaso de los primeros años de la banda y sus primeros discos, este libro es la crónica de una creación. «Placeres del sadomusiquismo» consolidó a La Tabaré, es el momento bisagra de la banda, porque era este disco o no ser más. Mi participación en “Placeres…” fue eso, una participación como invitada especial, sin la presión de tener que replicarlo en vivo; mi relación con este disco fue tangencial , la despedida, sin alharacas, ni discos solistas en el horizonte, un alivio. Es uno de los mejores discos de la banda y tengo el honor de estar en él. Yo tenía y tengo la vivencia de haber pertenecido a La Tabaré, algo que es intransferible. Pero incompleto. Este libro llena huecos de esa historia. Todo se alineó para que treinta y cinco años después de aquel Teatro Circular, la banda siga en pie y festeje su madurez. Te propongo que leas este libro con el disco al lado y lo vayas escuchando a medida que se desgrana la crónica. Porque si algo le faltaba a ese discazo era este libro.”
“Homenaje a la memoria de Pedro Machín a 100 años de su nacimiento”, de Laura M. Álvarez |