Escribe Andrea Bertino
En días se estrena “Maradona: Sueño bendito” en Amazon Prime Video, la serie del mejor futbolista de la historia al que dejaron morir hace casi un año. Un ícono cultural, una figura sociológica, dueño de una adoración pocas veces vista.
Mucho se discutió, sobre todo entre las mujeres, si “estaba bien” entristecernos por su muerte ya que su vida personal no fue especialmente prolija. Y muere un 25 de noviembre, día de lucha contra la violencia a la mujer. Y ese día nos matamos entre nosotras, justo ese día. El fútbol es un fenómeno cultural creado para la distracción, la pasión y la emoción. No difiere de la música o el teatro en sus cometidos. Por lo que asociar a sus fanáticos con ignorancia y aplicar una horrible superioridad moral sólo evidencia carencias de nosotros mismos. Cómo pueden juzgar con un dedo moralista una tristeza colectiva tan fuerte y un fenómeno que no es deportivo sino cultural y social? Cómo podes negar el alcance de una figura así? Todo se juzgó bajo un feministómetro inquisidor que no puede aceptar que se lloró y despidió a un ídolo popular que reivindicó su origen villero y que fue la persona que más alegrías le dio a un pueblo. Y todas convivimos con nuestras tremendas contradicciones. El movimiento feminista es nuevo y todas nos estamos acomodando, re pensando, viendo qué nos pasa. Por qué tengo que justificar que adoro a un deportista? Por qué tengo que salir a dar explicaciones de que no soy menos feminista por que me puse triste cuando se murió Maradona? El pensamiento binario y extremo sólo resta y satura, no es por ahí. Es de un simplismo obsceno pensar que emocionarnos por un deporte, al que en sus concepciones es patriarcal, nos transforma en incoherentes. Sí, el fútbol es patriarcal porque el mundo lo es. Pero les parece señalarnos entre nosotras? El movimiento feminista tiene sus grietas como todo movimiento social, aceptémoslas y aprendamos de ellas; pero sin arrancarnos la piel gurisas. Sino, nos comen los de afuera.
Fecha de estreno: 29 de octubre